Un regalo de honor
octobre 22 / Gloria Copeland
Porque si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene.
¡Encienda la luz!
octobre 21 / Kenneth Copeland
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Viva conforme a la plena estatura de Cristo
octobre 20 / Gloria Copeland
Permitamos que nuestras vidas expresen la verdad con amabilidad envuelta en amor; crezcamos en todo sentido y en todas las cosas estando en Él, quien es la cabeza Cristo (el Mesías, el Ungido).
Sea como un bulldog: sujete su fe y jamás la suelte
octobre 19 / Kenneth Copeland
Porque por fe andamos, no por vista.
Deposite su fe en el lugar correcto
octobre 18 / Gloria Copeland
El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
El « súper ministro », la hermana Smith y usted
octobre 17 / Kenneth Copeland
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
No es tiempo de ser negligentes
octobre 16 / Gloria Copeland
Si eres débil en día de angustia, tu fuerza es limitada.
Viviendo a diario en el ciclo de vida de Dios
octobre 15 / Kenneth Copeland
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me [y nos] ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Permanezca en la Palabra
octobre 14 / Gloria Copeland
Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
¡Viva el evangelio!
octobre 13 / Kenneth Copeland
Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo [el Ungido y Su unción].