Lecture quotidienne

¡Usted está destinado para la grandeza! El plan y el deseo de Dios es que usted se llene tanto de Su unción que ésta fluya hacia otros ¡transformando sus vidas para siempre! « Bien, hermano Copeland, usted sabe que no todos están destinados para la grandeza en el reino de Dios. Como en la Biblia se indica, algunos son vasijas de oro y plata… otros de madera y de barro. Supongo que soy una de esas pequeñas vasijas de barro ». Si usted es ese tipo de vasija ¡es por propia su voluntad! El Señor no es quien decide si somos vasos de honra o deshonra; somos nosotros quienes lo decidimos. Si desea ser una vasija de honra en la casa de Dios, puede llegar a serlo. De acuerdo con 2 Timoteo 2:19-21, simplemente debe limpiarse usted mismo de la iniquidad y de la deshonra. Observe que dije limpiarse usted mismo. Dios no lo hará por usted. Él ya lo limpió del pecado al momento en que usted nació de nuevo; sin embargo, es su responsabilidad mantenerse puro. Depende de usted confesar sus pecados y vivir en santidad todos los días. El Señor le dará el poder; no obstante, usted es el único que debe activar ese poder. En las Escrituras no se enseña que Jesús será quien lo saque de la iniquidad, sino que usted necesita apartarse de ella. Debe limpiarse por sí mismo del pecado, y también es necesario que se aparte por voluntad propia de las falsas tácticas de fe, y de otras prácticas sutiles y deshonrosas que muchos creyentes practican. Nunca actúe como el que va y dobla sus rodillas justo a la par del hermano más rico de la iglesia, y comienza a orar con un lenguaje más refinado: « ¡Oh Dios! Tú bien sabes que hemos sufrido tanto en nuestro hogar porque no contamos con una lavadora; y que mis bebés han tenido que usar pañales sucios porque no tengo ninguna otra forma de lavarlos. ¡Oh Dios! Tú conoces que te he entregado todo lo que poseo… ». Como resultado, el hermano cede ante esa presión; y le regala una lavadora. Después éste declara que la obtuvo por fe. ¡Eso no es fe! Sino una estafa religiosa, y ésa es la peor clase de estafa que existe. Es necesario que nos alejemos de esa clase de actos deshonrosos. Es importante que seamos personas de honor que prefieren lavar su ropa a mano, antes que actuar de esa manera. Debemos apartarnos e ir a un lugar donde nadie pueda escucharnos, y orarle a nuestro Padre celestial en secreto ¡creyendo que Él nos recompensará en público! Entonces podremos cumplir todos Sus planes de grandeza… planes diseñados con el propósito de que fluyamos en la vida de otras personas ¡con la plenitud de Su unción! 1 Samuel 12-14; 1 Corintios 4-5 Soy una vasija de honra, santificada y útil al Señor (2 Timoteo 2:21).

You are destined for greatness! God’s plan and desire is for you to be so full of His Anointing, that it overflows to others, changing their lives forever!

“Well, now, Brother Copeland, you know not everyone is destined for greatness in the kingdom of God. As the Bible says, some vessels are gold and silver… others are soil and earth. I guess I’m just one of those little mud vessels.”

If you are, it’s your own fault! God isn’t the one who decides if we’re to be vessels of honor or not. We make the decision ourselves.

If you want to be a vessel of honor in the house of God, you can be. According to 2 Timothy 2:19-21, you simply have to purge yourself from iniquity and dishonor. Notice I said purge yourself. God won’t do it for you. He cleansed you from sin the moment you were born again, but it’s your responsibility to keep yourself pure. It’s up to you to confess your sins and walk in holiness day by day. God will give you power, certainly, but you’re the one who must put that power to work.

The Bible doesn’t say Jesus will drag you away from iniquity, it says you are to depart from it. You are to cleanse yourself from sin as well as to cleanse yourself from the phony faith tactics and other subtle dishonorable practices many believers use.

Don’t ever be like the fellow who went down to the altar and knelt down right next to the richest man in the church and began praying in his finest Elizabethan English: “Oh, God, Thou knowest how we’ve suffered in our house with no washing machine. You know, Lord, how my little babies have to wear dirty diapers because I don’t have any way to wash them. Oh, God, You know I’ve given away all I have for You…”

When the rich man yielded to the pressure and gave him a washing machine, that fellow said he got it by faith. That wasn’t faith! It was a religious con and that’s the worst kind of con there is.

We must back away from such dishonorable ways. We need to be a people of honor who would rather wash our clothes out by hand than do something like that. We need to be the kind of people who get off in a corner where no one can hear us and pray to our Heavenly Father in secret, believing He will reward us openly!

Then, we can fulfill all of His plans for greatness…plans for us to overflow into other people’s lives with the fullness of His Anointing!

Speak the Word

« I am a vessel of honor, sanctified, and fit for the Master’s use. »  (2 Timothy 2:21)