Lecture quotidienne

¡La Palabra de Dios no es sólo un libro! No es únicamente un libro con pasta de cuero negro que utiliza en la iglesia el domingo, y que luego deja sobre la mesa el resto de la semana. Su Palabra ha sido escrita en un libro… sin embargo, lo establecido en las Escrituras es lo que ¡Dios le ha dicho y continúa diciéndole a usted de forma personal! ¡Eso es poderos! Eso significa que la Palabra de Dios es viva… y funciona cada vez que la pone en práctica. Por esa razón, la Palabra representa Su pacto. He escuchado a algunos expresar: « La palabra de una persona es su garantía ». Esto significa que por la palabra de alguien se mide su carácter. Si una persona honra su palabra al cumplirla, entonces es honorable. Si deshonra su palabra al no llevarla a cabo, no tiene honorabilidad. Le guste o no, la integridad de todos -incluyendo la de Dios- se juzga en base al cumplimiento de nuestra palabra. Sin duda, ofenderá a algunos religiosos; quienes podrían argumentar: « ¿Quién se cree usted para establecer por medio de su criterio que se puede juzgar a Dios? ». ¡Yo no lo establecí! Sino Dios. Él es quien nos enseñó a juzgar la integridad basados en esa verdad. Fue Su idea, y Él mismo estableció el estándar. Dios y Su Palabra son uno -no porque nosotros lo afirmemos, sino porque Él lo manifestó-. El Señor afirmó que no podemos desligarlo de Su Palabra. Así como Él nunca cambia, Su Palabra tampoco; son lo mismo -ayer, hoy y por los siglos-. Eso significa que si le ha estado creyendo a Dios por algo basado en Su Palabra, puede descansar seguro de que Él es fiel para cumplirla. El Señor no le fallará. Su Palabra es viva… y obra a su favor cada vez que la confiesa y actúa conforme a ella en fe. Entonces, levántese con fuerza, deposite su confianza en Dios y no se hunda en la duda… o desesperación. Recuerde que Su Palabra es tan segura como Su pacto. Rut 4, 1 Samuel 1; Romanos 14 La Palabra de Dios es viva y llena de poder. Está activa, vigente y es poderosa y eficaz en mi vida (Hebreos 4:12).

The Word of God is not just a book! It is not just a black leather book you wag to church on Sunday and then leave on the coffee table the rest of the week. His Word has been recorded in a book…but the Word itself is what God has said and is saying to you personally!

That’s powerful. That means the Word of God is alive…and working every time you put it to work. That’s because God’s Word is His bond.

You’ve heard people say that about others: “A man’s word is his bond.” That means a person’s word is the measure of his character. If a man honors his word by keeping it, then he is an honorable man. If he dishonors his word by breaking it, he is a dishonorable man. Like it or not, everyone’s integrity—including God’s—is judged on the basis of whether or not he keeps his word.

No doubt, that statement would ruffle the feathers of a few religious people. “Who do you think you are,” they’d say, “to set up a criterion by which to judge God?”

I didn’t set it up! God did. He is the One Who taught us to judge integrity on that basis. He invented the integrity of words. He set the standard.

God and His Word are one—not because we say so, but because He said so. He has made it clear that we cannot separate Him from His Word. Just as He never changes, His Word never changes. They are both the same—yesterday, today and forever.

That means that if you’ve been believing God for something based on His Word, you can rest assured He is faithful to keep His Word. He won’t fail you. His Word is alive…it is working for you every time you speak it and act on it in faith. So stand up strong today. Put your trust in Him. Don’t cave in to doubt…or despair. Remember, His Word is as good as His bond.

Speak the Word

God’s Word is alive and full of power. It is active, operative, energizing and effective in my life. (Hebrews 4:12, amp)