mai 12

¡Ya ha empezado a llover!

Gloria Copeland
Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os restituiré los años que comió la oruga... Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne...

Si usted es como yo, en este momento estará pensando: Anhelo participar en ese mover de Dios en los últimos días. No sólo pararme al borde de éste, sino ¡justo en el medio! Puede lograrlo -si usted se prepara-. ¿Cómo? Cumpliendo las tres siguientes instrucciones: En primer lugar, prepárese para recibir la más grande crítica que usted alguna vez haya experimentado. Nunca ha habido un mover de Dios que haya podido evitar la crítica, y este derramamiento no será la excepción. Si Jesús no pudo evitarlo, usted tampoco. Entonces determínese a no prestarle atención a ninguna crítica. Segundo, deseche el pecado de su vida. Usted sabe cómo: ¡sólo arrepiéntase! Y realice un cambio. Debe haber un nuevo fuego de santidad ardiendo y propagándose a través de las personas de fe en esta Tierra. Somos libres, gracias al Hijo del Dios viviente. Sin embargo, jamás seremos libres de obedecer la Palabra y los caminos de Dios; pues allí radica nuestra libertad. Tercero, ore por la lluvia. En Zacarías 10:1 se nos insta a pedir la lluvia en la estación tardía. Bien, el tiempo es ahora. Así que necesitamos orar por la plenitud de ésta. Debemos ir a nuestro lugar de oración. Preséntese delante de Dios, y elimine los placeres de este mundo. Enmudezca el ruido estruendoso que el diablo está haciendo. Todo ese entretenimiento fue creado sólo para distraerlo de sus momentos de oración y de la Palabra. No permita que esto surta efecto en usted. En lugar de ello, comience a orar y a utilizar su fe. Es tiempo de orar e interceder hasta que este derramamiento explote por completo sobre nuestro territorio, y en los demás países del mundo. ¡Qué vista tan impresionante se podrá observar cuando esto ocurra! Hace años cuando me encontraba predicando acerca de esta lluvia final, el Señor me declaró lo siguiente: Me he manifestado como lluvia, como fuego, como relámpago, como viento. No obstante, jamás me he manifestado como todos al mismo tiempo. Ahora en el tiempo de la lluvia temprana y tardía, verán todo de Mí por primera vez. ¡Analícelo! Un diluvio espiritual del poder del Dios viviente. Y esto no sucederá dentro de un siglo o dos. Tampoco en una o dos décadas, sino ahora; por tanto, ¡prepárese! ¡Alabado sea Dios! ¡Ya ha empezado a llover! 2 Samuel 7-8; 2 Corintios 2 ¡Ya ha empezado a llover! ¡El Señor está derramando de Su Espíritu sobre toda carne! (Joel 2:28).

Lecture conseillée: 2 Crónicas 5:11-14

Inscrivez-vous pour recevoir la lecture quotidienne dans votre boîte de réception.

  • Ce formulaire permet de recueillir votre nom et votre adresse électronique afin que nous puissions vous envoyer le livre de piété par courrier électronique. Notre politique de confidentialité explique comment nous traitons et protégeons vos données.