Viva en la luz
En este día y en esta hora, necesitamos la bendición de Dios más que nunca. Como creyentes, debemos disfrutar a plenitud nuestra herencia, pues estamos a punto de finalizar esta época. Es momento de despertar, y que ya no le permitamos al diablo que llene de tinieblas nuestros hogares, nuestros negocios, nuestras iglesias y nuestra vida personal con la contienda y la envidia. ¡Ya es tiempo que comencemos a vivir en la luz! Usted podría estar pensando: « ¡Es más fácil decirlo que hacerlo! ». Lo sé. Pero puede lograrlo. Aprenda a cuidarse a sí mismo. Preste atención a su estado de ánimo. Cuando se sienta deprimido o desanimado, no ignore esos sentimientos. Haga memoria y pregúntese a sí mismo: « ¿Cómo inició esta depresión? ». Y podrá percatarse de una situación en particular que provocó esos sentimientos de irritación, celos y contienda dentro de usted. Si es así, vea esa circunstancia a través de los ojos de Dios, y luego repréndala (lea Marcos 11:23). Declare: Esta situación no tiene poder sobre mí. Me rehúso a permitirle que produzca envidia y contienda en mi vida, y me rindo a la fuerza del amor y del gozo que se encuentra en mi interior. Luego comience a alabar al Señor. Cante una alabanza, escuche música que levante su ánimo, y fuércese a cantar. En poco tiempo, el amor de Dios estará rebosando desde su corazón una vez más, y cantará con un corazón puro. La venida de Cristo se acerca, y queremos que Él nos encuentre firmes en el espíritu -llenos de amor, de fe y de poder- y viviendo en la victoria que Jesús compró para nosotros. ¡Deseamos que Él nos encuentre viviendo en la luz! Daniel 11-12; Salmos 119:97-120 Me pongo la completa armadura de la luz. Vivo y me conduzco de forma apropiada como a plena luz del día (Romanos 13:12-13).
Lecture conseillée: Proverbios 10:12, 14:30, 20:3