Cuando aparece en la Biblia la declaración: «…ha establecido un día…»; significa que ese evento ya fue establecido desde la eternidad. Aunque comprendamos esto en cuanto a los acontecimientos que ya han ocurrido, algunas veces no estamos muy seguros respecto a los sucesos que acontecerán en el futuro. Por ejemplo, Dios tenía previsto un tiempo específico para que el pueblo de Israel saliera de Egipto. Él fijó esa fecha en Génesis 15:13, cuando le dijo a Abraham: «…Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años». Y así fue, 30 años más tarde de que los israelitas llegaron a Egipto, los egipcios los oprimieron. Pero después de 400 años de aflicción, Dios los sacó de Egipto tal y como lo había prometido (Éxodo 12:40-41). ¡Él no se atrasó ni siquiera un día! Es más, Él preparó ese día para que los israelitas fueran bendecidos, equipados y listos para continuar. Usted podría argumentar: « Bueno Gloria, eso es fácil de creer, pues yo creo en la Palabra de Dios ». Sí es cierto, es fácil creer en un acontecimiento que ya sucedió. Sin embargo, ¿qué sucederá con los eventos que aún no se han cumplido; por ejemplo, la Segunda Venida de Jesús? Al igual que Dios estipuló una cita con el pueblo de Israel, Él también tiene una para nosotros. Así como lo declara Hechos 17:31: «…ha establecido un día…». La consumación de las cosas que conocemos en la Tierra se acerca. Dios nos ha notificado por Su Palabra y mediante Su Espíritu, el cual mora en nuestro interior, que Jesús viene pronto por nosotros. Esto no es un cuento de hadas que alguien inventó, realmente ocurrirá. No debemos temer a la venida del Señor, ni dejar de creer en ella, sólo porque no podamos comprenderla; sino que debemos estar emocionados por ésta. Los planes de Dios son siempre buenos y siempre salen bien; ése será un tiempo glorioso porque Él ya lo predestinó desde hace muchos años. Y es un plan perfecto, es una cita divina. Isaías 39-40; Salmo 47 Yo le creo a Dios, y las cosas serán hechas como se me ha dicho (Hechos 27:25).