Si usted está en Cristo, posee la unción que le permitirá cumplir por completo su llamado, sin importar cuán pequeña o grande sea esa asignación. Observe que en este versículo Pablo no escribió: « A través de Cristo quien me fortalece ». Él afirmó: «…en Cristo que me fortalece». ¡Él se refería a la unción! La unción le dará el poder para prosperar en espíritu, alma, y cuerpo; y en cada aspecto de su vida. Se lo comprobaré con las Escrituras. ¿Recuerda el relato del hombre que bajaron por el techo para que Jesús lo sanara? Cuando Jesús le dijo: «…Hombre, tus pecados te son perdonados» (Lucas 5:20); los escribas y los fariseos se ofendieron con esa declaración, y exclamaron: «… ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?». Y Jesús les respondió: «Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa» (Lucas 5:24). ¿Por qué la sanidad de ese hombre fue una prueba de que Jesús contaba con el poder de perdonar los pecados? ¡Porque utilizó la misma unción en ambos casos! Dése cuenta que no hay « una unción », sólo existe la Unción del Ungido; y ésta se encuentra en su interior, a fin de darle el poder para realizar su llamado. Una vez que comprenda esta revelación, entenderá desde una nueva perspectiva las instrucciones que Dios le ha dado acerca de cómo debemos conducirnos. Por ejemplo, Pablo expresó: «…os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados… solícitos en guardar la unidad del Espíritu… no pequéis… Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca… no contristéis al Espíritu Santo de Dios… sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» (Efesios 4: 1, 3, 26, 29, 30, 32). ¿Por qué es tan importante que sigamos estas instrucciones? ¡Por causa de Cristo y la unción! Dios lo perdonó, a fin de derramar en usted y sobre usted Su poder; el cual destruye todo yugo y quita toda carga. No se aleje del lugar donde se mantiene ungido con el Espíritu Santo y poder; de modo que sane a cualquiera que se encuentre oprimido por el diablo. Cuando lo entienda, ya no realizará todo lo vano de antes. Protegerá la unción, y expresará: Un momento, no actuaré así; pues menguaría la unción que hay en mí, la cual es mi esperanza de experimentar la gloria de Dios. Esa unción me mantiene sano y próspero, y libre del yugo del diablo. ¡No quiero hacer ni decir nada que bloquee la unción! ». Génesis 8-9; Mateo 5 Puedo hacer todas las cosas por medio del Ungido y Su unción que me fortalece (Filipenses 4:13).