La medicina de Dios
Nosotros hemos visto algunos adelantos médicos sorprendentes en nuestra generación, como algunas « drogas milagrosas » que pueden conquistar muchas clases de enfermedades y dolencias.
Pero, sabe, en los treinta y tantos años que he sido creyente, he descubierto otra clase de medicina mucho más eficaz: la Palabra de Dios. Nunca ha habido una droga tan milagrosa que la pueda igualar. La medicina de Dios es la respuesta a toda necesidad. Es vida. Es salud. Es el poder de Dios. Y si la pone en su corazón y la pone en práctica, usted se sanará.
A veces la gente pregunta: « Si la medicina de Dios da resultado siempre, ¿por qué hay tantos creyentes que están todavía enfermos? » Hay dos razones. Número uno, porque no toman el tiempo para sembrar la Palabra profundamente en su corazón en lo que respecta a la sanidad. Número dos, porque no hacen lo que la Palabra les dice que hagan.
Véalo así: Si un médico le receta una medicina para que se la tome diariamente y usted decide en cambio frotársela en el pecho, esa medicina no va a servirle de nada. Tiene que seguir las instrucciones y tomarla como se le diga si espera mejorarse, ¿no es cierto? Del mismo modo, si lee la receta de Dios para la salud y no la pone en práctica, usted no cosechará ninguno de sus beneficios.
En Proverbios 4:22 dice que las Palabras de Dios son vida y salud para usted. Por lo tanto no espere hasta que se enferme para comenzar a usarlas. Empiece hoy mismo a poner la Palabra de Dios en su corazón en abundancia y será difícil que usted se enferme. Esa Palabra constantemente dentro de usted va a mantener el poder sanador de Dios en acción.
No se preocupe. No hay límite a la cantidad de la medicina de Dios que usted se puede tomar. No puede tomarse una sobredosis. Entre más la tome, más fuerte será. Empiece a fortalecerse hoy.
Scripture Study: Proverbios 4:20-2
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© 1997 Shalom-Verlag. Autorisierte Übersetzung der englischen Ausgabe. Diese Übersetzung wird veröffentlicht und verkauft mit Erlaubnis von Eagle Mountain International Church, Inc./Kenneth Copeland Ministries, dem Inhaber aller Rechte zur Veröffentlichung und zum Verkauf dieses Werkes.