El diablo ha hecho de todo en esta generación para robarnos a nuestros hijos, pero gracias a Dios, su tiempo ha terminado. Tenemos una generación de gente joven que logrará grandes cosas. Están tomando su posición y actuando conforme al Espíritu; y además, trayendo incontables multitudes al reino de Dios. Una vez, Gloria y yo nos encontrábamos en una reunión del hermano Jerry Savelle cuando el Señor derramó Su Espíritu sobre los niños. Estaban tirados en el piso alabando a Dios, intercediendo en el espíritu el uno por el otro, imponiendo manos y orando por los adultos… fue una de las cosas más poderosas que he visto. Eran niños entre los 8 y 13 años. Un joven se me acercó, y me preguntó si podía imponer sus manos sobre mí. Yo le respondí: Claro, por supuesto que sí. Cuando él me tocó, el poder de Dios saturó mi cuerpo desde la cabeza hasta los pies. ¡Fue glorioso! « Sí hermano Copeland, por supuesto que deseo que mis hijos se involucren más en las cosas de Dios ». Bien, entonces no espere hasta que vea al Espíritu moviéndose en ellos para comenzar a confesar lo que Isaías 54:13 dice sobre sus vidas. ¡Empiece a declararlo ahora! Todos mis hijos son instruidos por el Señor y grande es la paz de Dios sobre ellos. La paz de Dios es la Unción del Señor. Comience a tratarlos ahora como si fueran los ungidos de Dios, no espere hasta ver alguna evidencia. No importa si tienen 3 ó 43 años, ¡libere su fe! Trátelos como si ellos ya estuvieran viviendo conforme a esa unción. ¡La generación de fe está aquí! Y sus hijos pueden formar parte de ésta, comenzando desde hoy. Números 18-19; Juan 7 Todos mis hijos son instruidos por el Señor y grande es su paz (Isaías 54:13).