juillet 23

Estire su cuello

Kenneth Copeland
Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.

El verdadero término bíblico para la palabra esperanza no es « desear », sino « la expectativa seria e intensa de que Dios cumplirá lo que ha prometido ». ¿Cómo puede desarrollar esta clase de esperanza? Permaneciendo en la Palabra hasta que su cuello se estire. Usted podría decir: « ¿Hasta que mi qué? …¿se estire hacia dónde? ». Sí señor, así como usted lo leyó…¡Hasta que su cuello se estire! En lo particular, me gusta esta definición de la esperanza, pues sé qué significa estirar el cuello. Cuando yo era niño, mi abuelo era mi héroe. Él era un legítimo nativo cherokee y yo deseaba actuar como él, maldecir, masticar tabaco y escupir igual a él -lo anhelaba tanto que a mi madre le disgustaba-. Cuando mi madre me avisaba que él y mi abuela llegarían a visitarnos, me entusiasmaba tanto que apenas podía esperar. Cada uno o dos minutos, corría a la ventana para ver si ellos ya habían venido. Con cualquier ruido me acercaba a la puerta, y estiraba mi cuello. Mi Pawpaw estaba por llegar, y esperaba que entrara en cualquier momento. Puede parecerle un ejemplo tonto, pero el Señor una vez me dijo que si estuviéramos a la expectativa de que Él obre, así como un niño espera que sus abuelos lleguen de visita; Él podría intervenir en nuestros problemas y cambiar todo drásticamente, mediante el poder de Su Espíritu. Eso le sucedió al hombre cojo que se encontraba a la puerta llamada la Hermosa (Hechos 3). Él estaba sentado pidiendo limosna, tenía su cabeza hacia abajo y sus ojos dirigidos al suelo. Sin embargo, cuando Pedro y Juan le dijeron: « Míranos »; ese hombre levantó su cabeza con la expectativa de recibir algo. La esperanza provocó que se pusiera de pie, ya que él estaba « esperando recibir algo de ellos ». ¿Qué espera recibir? ¿Vida, salud, o el cumplimiento de su llamado? Usted piensa, habla y medita conforme a sus expectativas. Ordene sus pensamientos y sus palabras con su fe y con su esperanza. Permanezca a la expectativa de que Dios se manifestará en su situación, y que cambiará las cosas de una manera drástica. Espere a que Él actúe, que aparezca en escena…así como un niño espera que lleguen sus abuelos. Ester 2-4; 1 Juan 3-4 Yo le presto atención a Dios, esperando recibir de Él (Hechos 3:5).

Lecture conseillée: Hechos 3:1-11

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