Las personas con las que usted anda tienen mucha influencia en su vida espiritual. Juntarse con gente piadosa lo ayudará a apresurarse a la victoria, mientras que juntarse con los que son impíos lo arrastrará a la derrota.

Por esa razón la Biblia tiene algunas cosas que decir de los amigos. Las Escrituras dicen que se separe del mundo, porque las malas compañías lo corromperán.

Ahora, no estoy hablando de ministrar. Jesús mismo ministró a los pecadores. Usted tiene que mezclarse con ellos para predicarles y orar por ellos. A lo que me refiero es a las personas que usted escoge como amigos.

Si usted quiere andar en las cosas del Señor, no escoja amigos que andan en las cosas del diablo, personas que hablan y actúan impíamente, que no le dan a Dios ningún lugar en sus vidas. Ellos lo harán caer. Al pasar tiempo con ellos, usted se expone a la tentación. Llegará a estar tan familiarizado con el pecado que empezará a parecerle menos repulsivo. Tarde o temprano, usted caerá en él.

Así que escoja a sus amigos sabiamente. Júntese con los que de corazón limpio invocan el nombre del Señor (2 Timoteo 2:22). Expóngase al amor y a la paz de ellos. Deje que la fe de la gente temerosa de Dios lo contagie.