Es tiempo de descansar
En Efesios 2:6, leemos que Dios: «… nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús». Y en Hebreos 3 y 4, se nos ordenó que entráramos en el reposo de Dios. La traducción literal afirma que debemos temer salirnos del reposo de Dios. « ¿Temer salirnos del reposo? ¡Pero ni siquiera hemos escuchado sobre el tema! ». La doctrina religiosa nos ha enseñado que debemos inquietarnos, lamentarnos, gritar estruendosamente o golpear el altar con nuestro puño. Sin embargo, la Palabra nos ordena que entremos en Su reposo… y que permanezcamos ahí. Ahora bien, seré el primero en admitir que entrar en el reposo, ha sido lo más difícil para mí desde que estoy en el ministerio; no obstante, lo he aplicado más en mi vida personal. He tomado la Palabra, he permanecido en ella, le he creído a Dios y he entrado en Su reposo cuando me he enfrentado con un ataque del diablo. Pero he comprendido que Dios desea que descansemos en todo y sobre toda situación; particularmente con lo que enfrentemos en estos días finales, este corto periodo de tiempo. Cuando Jesús tuvo que alimentar a una multitud (Mateo 14:19-21); Él no se postró sobre Su rostro ni comenzó a lloriquear ni renegó exclamando: « ¡Oh Dios! ¡Oh Dios! No sé qué hacer, sólo los hombres son 5,000, sin contar a las mujeres ni a los niños. No tenemos suficiente dinero; además, nos encontramos lejos de la ciudad. Y encima de todo, tengo un tesorero ladrón… ». No, Él simplemente descansó en Dios. Confió en Su Padre. Hoy día, como hombres y mujeres de fe, nuestra meta es vivir conforme a las promesas de Dios con tanta fe que no deben importarnos los retos o las necesidades que surjan en nuestra vida. Sólo actuemos como Jesús cuando esa multitud se acercó a Él. Sonriamos y digamos: « Tráiganme los panes y los peces ». Entonces tomemos nuestra semilla, elevemos nuestro rostro al cielo, demos gracias por ésta, bendigámosla, partámosla y permanezcamos a la expectativa de la abundancia; luego, descansemos. Estamos viviendo en los últimos tiempos, un momento de gran cosecha, un tiempo en el que podemos reír y en el que podemos descansar. Hageo 1-2; Salmo 140 Creí; por tanto, he entrado en el reposo (Hebreos 4:3).
Scripture Study: Salmos 37:7; Hebreos 3-4
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© 1997 Shalom-Verlag. Autorisierte Übersetzung der englischen Ausgabe. Diese Übersetzung wird veröffentlicht und verkauft mit Erlaubnis von Eagle Mountain International Church, Inc./Kenneth Copeland Ministries, dem Inhaber aller Rechte zur Veröffentlichung und zum Verkauf dieses Werkes.