¡Cautívese por el Señor!
Desde el momento en que usted nació de nuevo, Dios comenzó a quitar todo aquello que lo ha reprimido y que le ha impedido actuar con poder en su vida. Y Él todavía trabaja en ese proceso, pues usted aún está en crecimiento. Siga creciendo y permítale a Dios que le hable y trate con su vida; pues Él continúa indicándole lo que necesita cambiar y desechar de su vida. Pero no sólo consiste en deshacerse de lo malo, sino también en adquirir nuevas cosas, al depositar más de Dios en nosotros. Crecemos más al aprender la Palabra y la verdad de ésta; y como resultado los viejos hábitos y el antiguo estilo de vida pierden su dominio sobre nosotros y se alejan. Mientras más conozca a Dios, menos querrá sus antiguos hábitos y estos serán removidos de su vida. Usted podría confesar: « Muy bien, ya no fumaré más cigarrillos. Nunca, nunca más ». Eso mejor que declarar lo contrario. Sin embargo, existe una forma mucho mejor de renunciar a los malos hábitos: es cautivarse tanto en las cosas de Dios, al punto que Su Espíritu y Su poder comiencen a quitar esas costumbres de usted. Debe dirigir su voluntad hacia la dirección correcta, y estar dispuesto a cumplir lo correcto; y cuando lo haya hecho, Su poder lo cambiará. Entonces sumérjase en la Palabra, medite en ella, escuche prédicas y jamás se detenga. Recuerde que siempre debe seguir creciendo. ¡Cautívese por el Señor! Zacarías 10-11; Salmo 146 Dios ha comenzado la buena obra en mí, la desarrollará, la perfeccionará y la llevará a la culminación plena en mi vida (Filipenses 1:6).
Scripture Study: 2 Corintios 5:17; Efesios 4
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© 1997 Shalom-Verlag. Autorisierte Übersetzung der englischen Ausgabe. Diese Übersetzung wird veröffentlicht und verkauft mit Erlaubnis von Eagle Mountain International Church, Inc./Kenneth Copeland Ministries, dem Inhaber aller Rechte zur Veröffentlichung und zum Verkauf dieses Werkes.